Depresión en el adulto mayor
La depresión es un trastorno del estado de ánimo, caracterizado por sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración que interfieren con la capacidad de realizar las tareas de la vida cotidiana y que puede durar semanas o meses. Esta enfermedad es muy común en todas las edades pero más aún en los adultos mayores, el deterioro de la salud, la disminución en las ocupaciones o los cambios en el estilo de vida después de la jubilación, así como la viudez o la pérdida de contacto con hijos y familiares, son las causas más comunes de que la aparición de esta enfermedad sea tan común en este grupo de edad.
En el Ecuador, hasta un 39% de los mayores de 65 años sufren de algún nivel de depresión y tal vez la tarea más difícil es detectarla y diagnosticarla a tiempo.
Ciertos adultos mayores son más vulnerables a sufrir de depresión y debemos tener en cuenta los siguientes factores de riesgo:
- Ser mujer.
- Tener una enfermedad crónica.
- Tener una discapacidad.
- Estar socialmente aislado.
- Acontecimientos estresantes de la vida, como viudez, divorcio o tener bajo su cuidado a alguien con una enfermedad crónica.
Si sospechamos que alguien cercano a nosotros padece de depresión tenemos que observar los siguientes síntomas al menos dos semanas consecutivas:
- Estado de ánimo triste o pesimista.
- Pérdida de interés en actividades o pasatiempos.
- Estar fatigado todo el tiempo.
- Problemas para dormir, ya sea en exceso o insomnio.
- Cambios drásticos en el apetito.
- Ideas de muerte o suicidio.
Debemos recordar que la depresión es una enfermedad real y que la persona que la padece, no puede simplemente dejar de sentirse triste. Busque siempre ayuda profesional para tratar esta y cualquier enfermedad, la mejor forma de tratar la depresión es la combinación de fármacos y psicoterapia. La buena noticia es que con el tratamiento adecuado se puede mejorar muchísimo la salud y calidad de vida de los pacientes que la padecen.